Un país que aprendió a dormir con la maleta hecha

Oct 20, 2025 | Ensayo | 0 Comentarios

Chile y la fuga de capitales desde 2019

En al menos dos debates presidenciales recientes, Marco Enríquez-Ominami ha mencionado una fuga de capitales que ha ocurrido en nuestro país desde 2019. Si bien Nuevo Ciclo es un think tank y no un grupo de fact check, hemos decidido verificar esta información tan relevante para la economía nacional.

1) Qué medimos cuando hablamos de “fuga”

En economía internacional, la “fuga de capitales” no es un término técnico único, pero suele capturar flujos financieros extraordinarios —y a menudo repentinos— de residentes hacia activos externos, motivados por incertidumbre política, riesgo macro o expectativas de cambio de reglas. En los manuales, su rastro empírico suele buscarse en la cuenta financiera de la balanza de pagos (adquisición neta de activos en el exterior por residentes; endeudamiento o desendeudamiento con el resto del mundo), en “errores y omisiones” y en métricas por sector institucional. El FMI lo presenta como episodios de salida rápida de activos ante shocks de confianza, distinguiendo lo ilícito de lo legal y lo “defensivo” de lo “diversificador” (DEPPLER & WILLIAMSON).

2) Cronología y órdenes de magnitud

  • 2019–2021: el shock

El detonante fue el estallido social del 18 de octubre de 2019 y la incertidumbre político-institucional que le siguió (pandemia, retiros previsionales y proceso constitucional). El Banco Central de Chile (BCCh) documentó que desde fines de 2019 se observó una salida de capitales financieros por cerca de US$50 mil millones en términos acumulados, comparable a episodios de stress anteriores. Ese dato —reportado en un recuadro del propio BCCh sobre incertidumbre y mercados— fija la escala del fenómeno inicial.

  • 2022: el reflujo, pero aún elevado

Con la economía desacelerándose y las tasas globales más altas, las salidas se moderaron respecto de 2021, pero siguieron siendo grandes: la prensa económica, con base en estadísticas del BCCh, reportó salidas netas por US$10.433 millones en 2022 (vs. US$11.495 millones en 2021). El último cuatrimestre de 2022, eso sí, volvió a acelerarse (ALONSO).

  • 2023–2024: moderación agregada, persistencia en hogares y firmas

En 2023 el Banco Central revisó las series y el neto anual se redujo a ~US$696 millones de salida, el nivel más bajo desde 2017, reflejando una clara moderación del fenómeno a nivel agregado. Ahora bien, si se mira por sector, la foto es menos homogénea: para hogares y empresas no financieras, 2024 cerró con salidas por ~US$1.981 millones y un acumulado desde el estallido superior a US$22 mil millones solo en ese subconjunto (excluye AFP, bancos y otras financieras) (ALONSO).

  • 2024–2025: el péndulo se mueve al centro

Al considerar todos los sectores, 2024 registró entradas netas de capital por ~US$7.104 millones, impulsadas por inversión extranjera directa y préstamos con el exterior: signo de normalización del frente externo pese a vaivenes internos. En 2025, las publicaciones del BCCh para el segundo trimestre muestran nuevamente entradas netas en la cuenta financiera (referidas por el propio sitio institucional), confirmando que, a nivel agregado, el episodio de fuga se había atenuado.

Si uno acota “la fuga” al gran episodio 2019–2022, el orden de magnitud ≈US$60 mil millones (≈US$50 mil millones hasta 2021 + ≈US$10 mil millones en 2022) es consistente con las fuentes. Desde 2023, el fenómeno no desaparece, pero cambia de composición y se reduce en el neto agregado, con hogares y empresas manteniendo flujos defensivos mientras otras partidas (por ejemplo el IED) compensan.

2019–2021 (shock)≈ US$50.000 millones de salidas acumuladas
2022 (todavía alto)≈ US$10.433 millones de salidas netas
2023 (moderación)≈ US$696 millones de salida neta anual
2024 (normalización)≈ US$7.104 millones de entradas netas agregadas
Hogares y empresas no financieras (acumulado post-2019)> US$22.000 millones de salidas

3) Quiénes movieron el dinero

El Banco Central destacó el rol de hogares y empresas no financieras en el primer tramo (2019–2021), precisamente los agentes más sensibles a la incertidumbre doméstica y a incentivos tributarios/regulatorios. La continuidad de flujos de ese grupo —aunque mucho menores que en el pico— explica que, aun con entradas por otras vías, la percepción social de “dinero yéndose” persistiera.

4) Por qué ocurrió

  • Incertidumbre político-institucional (2019–2022). El BCCh lo consignó explícitamente: aumentó la preferencia por activos en el exterior y en dólares, con salidas “relevantes” de residentes (COSTA).
  • Retiros previsionales y ajuste del mercado de capitales local. La reducción abrupta del ahorro previsional y ventas de carteras tensionaron fuentes de financiamiento de largo plazo y elevaron primas locales, debilitando el atractivo relativo de instrumentos domésticos; el propio BCCh y su agenda de estabilidad lo subrayaron. 
  • Condiciones financieras globales (2022–2023). El alza de tasas externas y la fortaleza del dólar empujaron estrategias de diversificación internacional de portafolios residentes, aun cuando el riesgo interno se moderaba. (Este punto se observa indirectamente en la recomposición de la cuenta financiera y en el rebote de IED).

5) Efectos domésticos: precios, financiamiento, ánimo

En el mercado local, la combinación de incertidumbre y retiros previsionales encareció el financiamiento de largo plazo y redujo la profundidad del mercado de capitales. El Informe de Estabilidad Financiera del BCCh de 2021 y posteriores relevaron ese canal: menor base de inversionistas institucionales, mayores primas por plazo y spreads, y emisiones con foco en refinanciar más que en crecer. El ánimo inversor, a su vez, se “europeizó”: más peso a la preservación de capital que a la búsqueda de rendimiento.

6) Un ejemplo para ponerle “rostro”

Imaginemos a un personaje para aterrizar esta historia. Pensemos en Marcela, gerenta de finanzas de una mediana exportadora. Tras octubre de 2019, acordó con los dueños abrir una cuenta en Miami para mantener tres meses de caja en dólares. No fue un gesto revolucionario ni clandestino: fue gestión de riesgo. En 2021, el directorio amplió el mandato: autorizar inversiones de excedentes de tesorería en fondos de renta fija internacional de corta duración. Ya en 2023, con tasas locales a la baja y un entorno político algo más estable, comenzaron a repatriar parte de esos recursos para proyectos de automatización. La historia de Marcela —prosaica, legal, tibia— explica bien por qué la estadística agregada muestra picos de salida, luego mesetas y, al final, reflujo parcial.

7) ¿Y ahora qué?

Tres conclusiones de política se desprenden de este episodio de fugas:

  • Instituciones importan: Mantener reglas claras —constitucionales, tributarias y regulatorias— es el antídoto más eficaz contra salidas defensivas. La prueba está en la normalización 2023–2025: con señales más previsibles, la cuenta financiera volvió a mostrar entradas netas a nivel agregado.
  • Profundidad del mercado de capitales. Reconstituir el ahorro de largo plazo (post-retiros) y ampliar la base de inversionistas locales reduce la recurrencia de episodios de iliquidez y primas altas. El BCCh lo ha reiterado en su comunicación de estabilidad financiera.
  • Diversificación no es pecado. Parte de lo medido como “fuga” fue, en rigor, diversificación racional frente a un shock. La clave de política es que esa diversificación conviva con un ecosistema local competitivo para que el péndulo no se quede fuera.

Conclusión

A la luz de la evidencia revisada, la “fuga” de capitales en nuestro país después del Estallido Social no fue un mito ni un mero meme de campaña por parte de ME-O: existió, tuvo una magnitud excepcional —del orden de US$60 mil millones si se circunscribe al ciclo crítico— y dejó huellas medibles en precios, portafolios y ánimo inversor. Con todo, fue también un fenómeno transitorio y heterogéneo: desde 2023 el neto agregado se moderó de forma clara, aun cuando hogares y empresas no financieras mantuvieron salidas “defensivas” más persistentes. Esa doble realidad ayuda a explicar por qué el relato social del dinero “yéndose” convivió con estadísticas que, a nivel país, mostraban normalización.

Metodológicamente, el episodio confirma que definiciones y ventanas importan. Hablar del total del sistema (incluyendo institucionales) no equivale a medir solo hogares y firmas; sumar flujos brutos no es lo mismo que mirar netos; cortar en 2021, 2022 o 2024 cambia el titular. El veredicto razonable, entonces, es matizado: las cifras que citan un gran éxodo son consistentes con la cuenta financiera y con la evidencia por sectores para 2019–2022; del mismo modo, las lecturas que subrayan la normalización posterior también son correctas.

En política pública, el caso chileno deja tres tareas nítidas. Primero, previsibilidad: marcos constitucionales, tributarios y regulatorios estables reducen la prima de riesgo doméstica y desincentivan salidas precautorias. Segundo, profundidad del mercado de capitales: reconstituir ahorro de largo plazo y ampliar la base de inversionistas locales es condición para abaratar el financiamiento y amortiguar shocks. Tercero, convivencia con la diversificación: parte de lo que llamamos “fuga” fue, en rigor, reasignación racional ante incertidumbre; el objetivo no es impedirla, sino que compita con una oferta local suficientemente atractiva.

En términos de relato, el país que en 2019 reaccionó con cautela es el mismo que desde 2023 comenzó a reequilibrar sus flujos. No hay épica ni desastre, sino aprendizaje institucional: comprender que la confianza financiera se construye día a día y que, cuando se asienta, el capital no “huye”; circula.

Bibliografía

Alonso, Carlos (2023) Salida de capitales de Chile suma más de US$30 mil millones en los últimos tres años, pese a leve baja en 2022. La Tercera

(2024) Salida de capitales de Chile se aceleró en el primer trimestre y superó los US$2.500 millones. La Tercera

(2025) Salida de capitales se acelera en 2024 y tras el estallido acumula más de US$22 mil millones. La Tercera

Banco Central de Chile (2021) Informe de Estabilidad Financiera (segundo semestre 2021).

(2024) Balanza de pagos de Chile, posición de inversión internacional y deuda externa

Costa, Rosanna (2023) Impactos económicos y financieros de retiros de ahorros previsionales. Banco Central de Chile

Deppler, Michael & Williamson, Martin (1987) Capital Flight: Concepts, Measurement, and Issues, Staff Studies for the World Economic Outlook. International Monetary Fund

Written By Grex Cavendish-Crawford

Escrito por el equipo de expertos de Nuevo Ciclo Político, comprometidos con la transparencia y el análisis profundo para un Chile mejor.

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