INTRODUCIÓN EDUCACIÓN: EXCELENCIA Y EQUIDAD PARA LA PROSPERIDAD
La educación inicial es la base del desarrollo y la justicia social. En ese sentido, Chile arrastra una deuda estructural: profundas desigualdades, aprendizajes rezagados, una educación pública debilitada y una desconexión entre lo que se enseña y lo que el país necesita, a nivel de bienestar y desarrollo productivo. Hoy, más que nunca, se requiere de una transformación decidida.
Nuestro compromiso es claro: fortalecer la educación preescolar, instalar una mirada multidimensional de la educación, revalorizar a quienes enseñan y vincular la formación con el desarrollo productivo del país. No hay futuro para Chile sin una educación gratuita, de calidad y al servicio del bienestar de su sociedad.
DIAGNÓSTICO
Chile ha avanzado en educación parvularia con la creación de la Subsecretaría e Intendencia de Educación Parvularia, la actualización de las Bases Curriculares (2018), la Ley de Modernización (2025) y la gratuidad en salas cuna y jardines infantiles desde los seis meses.
Sin embargo, persisten brechas en calidad, financiamiento, cobertura y fuerza laboral:
• Hoy, los establecimientos Vía Transferencia de Fondos (VTF) y Convenios de Administración Delegada (CAD) reciben hasta un 40% menos de recursos que Junji/Integra, pese a atender a una proporción mayor de niños vulnerables. Esta inequidad afecta directamente la calidad educativa y refuerza brechas sociales
• La cobertura en sala cuna (0–2 años) es de 23,2% versus 77,2% en niveles medios y de transición; por debajo de los promedios de la OCDE (32% y 84%).
• Existe un déficit proyectado de 4.564 educadores/as de párvulos al 2034 (17% de la dotación requerida).
• La fuerza laboral docente se encuentra tensionada: burnout, baja capacidad de retención y elevada brecha salarial con la educación básica.




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