El agua es bien común, no transable. No es concebible que, en el año 2025, 8 millones de chilenos se encuentren afectados por estrés hídrico. Chile requiere de una gobernanza solida en la materia.
Por ello proponemos:
• Crear una Agencia Nacional del Agua con competencias para priorizar el consumo humano y el equilibrio ecológico.
• Crear un impuesto al uso intensivo del agua en sectores productivos (minería, agroindustria, forestales).
– Problemática actual:
a. Cada año, en Chile, se extraen más de 35,37 mil millones m3 de agua.
b. La agricultura captura el 70% de esa extracción versus un 19% la minería y un 11% la población urbana.
– Estructura de este impuesto:
El impuesto afectará toda extracción consuntiva de agua continental (superficial o subterránea) utilizada para la minería, agroindustria y grandes sistemas de riego excluyendo el consumo humano y el de los sistemas comunitarios.
– La recaudación financiará la restauración ecológica de cuencas, el diseño de sistemas de resiliencia hídrica local y tecnologías de reutilización/desalinización para pequeños agricultores.
– Existirá una exención del impuesto para los primeros 100.000 m3/año para proteger a los pequeños regantes y cooperativas
– Este impuesto no se aplicará al consumo humano y sistemas comunitarios.


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